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Editorial 214

 


El lenguaje como activador del cerebro


El código utilizado por el cerebro es verbal; lo cual significa que, que el cerebro piensa, imagina y crea en base a palabras. Cuando pensamos hablamos con un lenguaje interno. De aquí la importancia de desarrollar un vocabulario abundante en palabras y rico en contenido.

 

El límite de la inteligencia lo establece básicamente el vocabulario. Por ejemplo, el Proyecto Apolo que llevó al hombre a la luna, además de la colaboración de miles de científicos de todo el mundo, exigió la creación de más de 20.000 nuevas palabras, necesarias para dar nombre a los nuevos elementos y operaciones, sin lo cual no habría sido imposible el entendimiento entre los científicos.

 

El desarrollo de la inteligencia y la evolución humana corre camino paralelo con el desarrollo del lenguaje. El ser humano comenzó a evolucionar cuando inventó el lenguaje y aprendió a expresar con palabras sus ideas y sentimientos. Al principio fue un lenguaje elemental y rudimentario.

El lenguaje es el valor más importante de la cultura humana. La sociedad y las personas evolucionan en la medida en que asimilan el lenguaje. Si un día desapareciera el lenguaje el hombre regresaría a su estado salvaje primitivo. Así lo demuestra el caso de niños, llamados "niños lobos", que se perdieron en el bosque y quedaron desconectados de la civilización.


El lenguaje es tan valioso porque contiene ideas, imágenes y sentimientos, con los cuales trabaja el cerebro sin descanso, realizando combinaciones entre las distintas ideas, con el fin de encontrar soluciones.


En realidad todo el saber de la humanidad está contenido en palabras y sólo mediante el conocimiento de estas palabras podemos posesionarnos del saber.


Podemos afirmar que el saber de cada persona es igual a la cantidad y calidad de vocabulario que posee. Por ejemplo, las palabras: coordenadas, epicentro, políglota... sólo tienen significado para quienes las conocen.


El lenguaje puede ser positivo o negativo, puede estar bien estructurado o desorganizado, dependiendo de la calidad de la educación recibida. Un lenguaje rico, positivo y bien estructurado incrementa el poder de la inteligencia, facilita el aprendizaje, la adaptación, la creatividad y el éxito; mientras que un lenguaje negativo y mal estructurado conduce al fracaso intelectual y social.

Las palabras tienen un significado y también un contenido. Las palabras neutras como las relacionadas con las ciencias, carecen de contenido emocional, por lo cual son interpretadas de la misma forma por todos. La palabra aire no genera ningún sentimiento.


Pero muchas palabras tienen un contenido emocional, lo que hace que al leerlas, escucharlas o pronunciarlas nos afecten de alguna forma, tanto en sentido positivo como negativo. La palabra "examen" será muy estimulante para un alumno brillante que desea iniciar el examen para sacar una nota excelente, pero causará terror al alumno incapaz o irresponsable.


Las palabras, además de significado tienen un contenido. Por ejemplo, la palabra "libertad" tiene un contenido muy limitado para la mayoría de las personas pero tiene un significado muy amplio y profundo para un filósofo, un psicólogo, un sociólogo, etc. La palabra "chip" tiene un significado inmenso para un ingeniero de sistemas, pero no significa nada para la mayoría de las personas.


Palabras son fuerza y vibración, el pensamiento y el lenguaje nos modelan, por lo cual, cada persona es y piensa como habla y piensa y habla como es.


Así como un grafólogo puede describir el perfil psicológico de una persona analizando su firma, de forma similar podemos conocer la intimidad de una persona por medio del análisis de su lenguaje hablado. La palabra tiene una vibración que expresa su estado anímico y también su estructura mental (autoestima, seguridad, temores; es decir, sus fortalezas y debilidades.


"Dime de qué hablas y qué lees y te diré quién eres"


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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